Los aminoácidos esenciales se deben obtener de los alimentos, mientras que los no esenciales se pueden sintetizar en el organismo (tambien se pueden obtener de alimentos). El contenido de proteína de los insectos (en materia seca) puede variar entre un 40 y un 76%. Aún así, cada especie de insecto varía en su contenido, así como entre insectos de la misma especie dependiendo de la dieta y de la etapa de desarrollo en que se encuentra. Para los animales insectívoros no se cuenta con requisitos nutricionales específicos, sobre el contenido de proteína mínimo para un correcto desarrollo (no es el caso de los gatos, de los que si conocemos que deben tomar un mínimo de 32% de proteína para un desarrollo adecuado).
Un aspecto que debemos tener en cuenta es que los insectos jóvenes contienen una mayor proporción de proteína y menor de grasa, siendo lo contrario para los insectos adultos o en fases tardías de su ciclo biológico.
Los insectos con un alto contenido de proteína (grillos, cucarachas, saltamontes y gusanos de seda) son un alimento ideal para la rehabilitación de animales heridos o enfermos, dado que las proteínas cumplen una funcion reparadora y de mantenimiento. Aquellos animales que son estrictamente insectívoros deben alimentarse con una amplia variedad de insectos que aporte un espectro completo de aminoácidos.
